El código de vestimenta es muy estricto… pero muy sencillo.
No hay que venir de gala, pero tampoco como un martes cualquiera. No hace falta complicarse: la clave es vestir con ropa lisa (nada de estampados ni dibujos) y dentro de la paleta de colores que te mostramos más abajo, donde encontrarás un montón de ejemplos y referencias.
Queremos que todo se vea bonito, armonioso y cuidado, pero sin que tengas que volverte loca buscando el modelito perfecto. Unas aclaraciones importantes:
• El blanco está evidentemente prohibido, salvo que sea la camisa de un traje.
• El negro no está prohibido, pero te pedimos que lo evites en lo posible. Hay muchas opciones más interesantes que “tirar de negro” por inercia, pero si ya tienes algo negro que te gusta, adelante.